Se escucha a menudo que la Jersey y la Pardo Suiza resisten temperaturas más altas que la Holstein. ¿Será cierto?

Veamos:

La temperatura óptima para Bos taurus (ganado europeo) es de 10 a 15.5ºC; se sienten bien por debajo de 10ºC e incluso a 0ºC no se afecta la producción de leche. La temperatura crítica superior, la que “enciende la luz roja del tablero”, es de 25 a 26ºC. Antes de esta, sobre los 16ºC, se activan los mecanismos de termorregulación en el ganado europeo y sobre los 27ºC en los cebuinos (Bos indicus). Estos mecanismos termorreguladores pueden fallar sobre los 27ºC en los europeos y sobre los 35ºC en los cebuinos, lo que da inicio al estrés térmico.

La temperatura corporal normal en ganado bovino es de 38.0 a 38.6ºC. Cuando fallan los “controladores internos de temperatura”, la vaca tiene fiebre, se cansa más, come y rumia menos, toma más agua (si está disponible en abundancia) y puede disminuir la producción de leche hasta en un 50% en casos críticos. Además, la reproducción también puede verse afectada.

Esto sucede a temperaturas superiores a 27ºC en Holstein y Jersey, y sobre 29.5ºC en la raza Pardo Suiza. Por eso, se ha establecido que la temperatura crítica para que baje la producción de leche en Holstein y Jersey es de 21ºC y 26.5ºC, respectivamente, mientras que para la raza Pardo Suiza es de 29.5ºC y 32ºC.

Para medir la influencia del ambiente en el ganado se utiliza el índice temperatura-humedad (THI). En el trópico, la humedad afecta al ganado por debajo de los 1,200 metros sobre el nivel del mar. Sobre los 30ºC, la humedad relativa comienza a jugar un papel importante en los procesos evaporativos del animal.

En la República Dominicana no tenemos ganadería en zonas altas. Al revisar las informaciones de temperatura y humedad relativa del aire, se comprueba que el ganado puro o de alto mestizaje europeo, que predomina en la ganadería especializada del país, sufre estrés calórico durante todo el año.

Para reducir el estrés calórico, la sombra es la estrategia menos costosa. Los sistemas silvopastoriles, con árboles y pastos combinados, ofrecen una solución práctica. Ordeñar temprano en la madrugada y en la tarde, de manera que el ganado esté en los potreros antes del amanecer y del anochecer, es el mejor manejo para el trópico. Las vacas tienden a consumir dos terceras partes de su alimentación en las horas más frescas del día.

La tendencia de algunos ganaderos dominicanos a cruzar razas europeas para producir ganado mestizo es un error. Estos animales pueden parecer mestizos en el color, pero son “pseudomestizos” genéticamente hablando. En el caso de la ganadería lechera dominicana, que por años de cruzamiento absorbente es casi genéticamente pura europea, los cruces deben realizarse con Gir lechero, Senepol o Brahman, razas de las cuales hay abundancia de material genético de calidad en el país. Aunque hay pocos animales, el CIMPA en Santiago cuenta con un buen hato de ganado Criollo que puede utilizarse en el mejoramiento de la producción nacional de leche.

Lidio Martinez, 24 noviembre 2014.


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